domingo, 26 de septiembre de 2010

Fachada actual del monasterio


Acuarela y plumilla.Septiembre de 2010.

sábado, 18 de septiembre de 2010

La era y el Cerrillo




Acuarela y plumilla. Septiembre de 2010.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Cerrillo de San Marcos


Acuarela. Septiembre de 2010.

martes, 31 de agosto de 2010

Castillo de Baños de la Encina


Acuarela y plumilla. Agosto 2010.

2ª versión de El Convento desde el Cerrillo


Acuarela y plumilla. Agosto 2010.

El Convento desde el Cerrillo


Acuarela. Agosto 2010. 1ªversión.

Alcaparrones


Acuarela. Julio 2010.

Las nueces verdes


Acuarela. Julio 2010.

El madroño y los cortijos


Acuarela. Agosto 2010.

domingo, 13 de junio de 2010

Campos de La Somme II


Acuarela del cuaderno de viaje. Agosto de 2008.

Campos de La Somme

Acuarela del cuaderno de viaje. Agosto de 2008.

Amiens


Acuarela del cuaderno de viaje. Navidad de 2007.

Treport


Acuarela del cuaderno de viaje. De navidad de 2007.

Vacas de La Picardie


Acuarela del verano del 2008.

Bahía de Somme


Acuarela del verano de 2008.

St. Martin La Garene


Acuarela del verano de 2007.

Mont St. Michel


La cruz de la era


Acuarela del cuaderno de viaje. Del 12 de enero de 2007.

Cortijo El Convento


Acuarela del cuaderno de viaje. Del 12 de enero de 2007.

Pérgola


Acuarela pintada el 10 de mayo de 2010.

Carchelejo


Acuarela pintada el 12 de junio de 2010.

Pinos al anochecer



Acuarela pintada en el Barranco de Cazalla el 5 de junio de 2010.

Camino sobre el Arroyo del Pino


Acuarela pintada el 12 de junio de 2010.

lunes, 10 de mayo de 2010

La pérgola central de la huerta


Óleo sobre tabla. Año 2010.

domingo, 9 de mayo de 2010

Las rosas emergen en el jardín

Ha llovido un poco hoy. Apenas estuve un rato por aquello del refrán agrícola de que "agua del cielo no sustituye el riego". Las rosas comienzan a proliferar por toda la huerta, convirtiéndose en más jardín que huerta. Bueno, para los árabes no se concebía la huerta sin flores, porque si bien los frutos nos alimentan el cuerpo, las flores nos alimentan el alma.
Cuando el cielo se encapota y humedece el ambiente un poco, todo adquiere una pátina especial. Las zarzas se tejen con los rosales trepadores Paul Scarlet, los escaramujos, el laurel, la fotinia, el olivo y el castaño de Indias. Forman una masa compacta ideal para las currucas y los ruiseñores. Rincones como estos se van creando por la huerta, generando un espacio de verdor que nos lleva a la imagen soñada de los paraísos.
Menos mal que tenemos atrapados estos instantes de belleza para aplastar tantos otros diarios de mediocridad y cutrez.
Hemos renunciado a lo hermoso. Se banalizan nuestros entornos cuando se acometen obras públicas. Pareciera que no importa el detalle, lo delicado, en las calles, las plazas, las carreteras, inundando todo groseramente de hormigón y asfalto, farolas, suelos de losas perfectamente cortadas por máquinas supermodernas, bancos perfectos, árboles encorsetados, sin espacio para respirar en el suelo... Igual en todos sitios, en todos los pueblos y ciudades, copiados, sin margen para la creación individual del albañil, el arquitecto o el jardinero. En todos sitios las mismas jardineras de hierro en forma de bacinas, las mismas baldosas, las inmensas hileras de adelfas o retamas en las separaciones de las autovías, los mismos hipermercados, los mismos productos envasados de la misma manera compres en Jaén, Ecija o Santander. ¿Qué nos va a quedar de espacio con signo de identidad? Nos globalizamos homogeneizándonos en todo, no sólo en las crisis financieras. Nunca fuimos en la historia del planeta tan iguales. En los años venideros tal vez deje de tener interés el turismo.

Recordando a los expresionistas


Óleo sobre tabla. Desnudo.

Olivo entre cipreses





Óleo sobre lienzo. 1999. Foto mala por los brillos del lado izquierdo.

lunes, 1 de marzo de 2010

María, la Paquera



Oleo sobre tabla. Año 2000

domingo, 14 de febrero de 2010

El puente Ariza casi bajo las aguas de Giribaile







Ermita de la Virgen del Castillo


Castillo de Viches


Castillo de Giribaile


domingo, 10 de enero de 2010

La biodiversidad del bosque


Es el mismo caso de la anterior.

La biodiversidad de las montañas



No es mía, pero la guardo aquí para usarla después para ilustrar otro texto. La compré como postal hace muchos años en un viaje de trabajo en La Savoie de Francia.